En vida Albert Einstein se refirió al Interés Compuesto como “La Octava Maravilla del Mundo”. Einstein reconocía que el Interés Compuesto no es solo un concepto matemático, sino también un principio fundamental del universo. Una fuerza que puede tener un profundo impacto en todo campo de acción donde está presente, desde las inversiones hasta el crecimiento de organismos vivos y de galaxias. En las finanzas, con suficiente tiempo, el Interés Compuesto tiene la capacidad de convertir modestas inversiones en grandes cantidades de dinero. 
¿Qué es el interés compuesto? El interés compuesto es el interés ganado no solo sobre el capital inicial invertido, sino también sobre el interés recibido sobre ese capital inicial. Esto significa que el interés devengado en una inversión se suma al capital inicial y en el próximo periodo se calcula el interés sobre la nueva cantidad invertida más alta. Por ejemplo, supongamos que se invierten $10,000 a una tasa de interés anual del 5%. Después de un año, el inversor recibiría $500 en intereses. Si el inversor deja ese interés recibido en su cuenta y lo capitaliza, el segundo año recibirá 5% sobre esos $10,500 y ganaría por tanto $525 en interés. 
 
En el tiempo, capitalizar constantemente los intereses recibidos resulta en un crecimiento exponencial. Cuanto más tiempo permanezca invertido el dinero, mayor es el potencial de crecimiento. Incluso pequeñas cantidades de dinero pueden convertirse en riqueza sustancial con el tiempo. Por ejemplo, supongamos que usted comienza a invertir $1,000 por mes a los 25 años de edad y obtiene un rendimiento anual promedio del 8% sobre sus inversiones. A la edad de 65 años, habrá acumulado más de $2,900,000; de los cuales solo $480,000 serían producto de sus propias contribuciones. El resto sería generado gracias al retorno recibido en el portafolio y el poder del Interés Compuesto. 
 
Cómo se pueden maximizar los beneficios del interés compuesto? comenzando a invertir a temprana edad y permaneciendo invertidos a largo plazo. El interés compuesto es una poderosa herramienta de creación de riqueza que los inversores deben aprovechar si quieren generar riqueza sustancial, pero necesita de tiempo para funcionar. Por ello la perspectiva de largo plazo en las inversiones es requisito sine qua non, el Interés Compuesto no es compatible con la especulación de corto plazo. 
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